Es una alegría, y un poco putadilla a la vez, ver “Ponyo en el acantilado” con Martina al lado en el cine . No sabes para donde mirar. Si mirar a la pantalla, a la maravillosa magia del maestro Miyazaki, o a la cara de Martina, con la boca desencajada comiendo palomitas y embobada con la tele grande.
Es una alegría que un amigo te vea mal y te lleve al concierto de U2 el próximo 2 de julio.
Y es una alegría hacer un regalo que haga mucha ilusión.
Si al final va a resultar que lo que queréis es marcha. Post negativos, mal rollo y negrura. Me han escrito varios amigos “incitandome” a que siga por la senda tristona. Pues ahí le doy.
Un mes más de rehabilitación, que la cosa va lenta. Doble dosis de antidepresivos y doble dosis de Lorazepam para dormir, y que si a la hora de comer el cuerpo me pide otro, pues para adentro. Me dicen que vaya al psicólogo, pero por ahora con mi médico de cabecera me basto, porque ella es un poco psicóloga y al final me pego 20 minutos con ella charlando, y me hace bien.
Cuando digo que queréis marcha espero que se entienda la ironia. Ya sé que nadie me desea nada malo y lo que os gustaría es que no hablase de cosas tristes porque no estoy triste. Ya me entendéis.
La alegría de la semana viene por la magnífica respuesta que ha tenido el vídeo de Souvenir, que sudores me ha costado, pero ha quedado muy bonito. Como siempre, se quedan cosas en el tintero, pero quedan en la recámara. Todo gracias a las magníficas imágenes grabadas por Richard, la iluminación de Joan y el trabajo de maquillaje y peluquería de Pablo. Y la excelente disposición de Patricia y Jaime.
Siento mucho si con el anterior post he preocupado a alguien en demasía. Unos de los sentidos de este blog fue desde un principio sacar lo que pasase por mi mente en estos momentos duros. En unas pocas líneas intento condensar cómo me siento en ciertos momentos. Sé que a veces no es agradable leer lo que escribo. Y por este hecho ya hay un par de personas que me han dicho que no van a leer más. No seais cabrones, que para diez visitas que tengo al día… Y encima muchas de las visitas entran buscando “Britney Spears rapada“. De hecho en esta busqueda aparezco en segundo lugar en Google. ENLACE
Mañana hará dos meses que empecé el blog. Ayer hizo la visita número 1000. Y como dije hace poco no pienso dejarlo. Intentaré sacar un lado más frívolo, no ser tan monotemático. Pero el día que no esté el horno para bollos escribiré cosas tristes.
Si es que no puede ser. Y no es culpa de nadie. Tampoco es culpa mía. Empiezo a pensar que lo que estoy pasando ya estaba ahí y lo mío lo único que ha hecho es potenciarlo. En el fondo sé que la sensación de ansiedad siempre ha estado ahí. Pero he sabido camuflarla. La he escondido tanto que ahora lucha por salir a lo bestia. Sé que me tomo una pastilla y se me calma un poco. Pero no quiero depender tanto. O sí.
Me doy cuenta de que se usa la palabra depresión muy a la ligera. No es estar triste. No es estar decaido. No es estar apático. Es otra cosa. Es estar deprimido. La medicación de la mañana no sé si me está haciendo bien. Empiezo a sentirme como Dexter: Insensible. Tal vez sea lo que me hace falta ahora mismo para seguir adelante. No sentir. La de la noche no me hace mucho efecto. Me sigue costando dormir.
Hago el esfuerzo de que no se me note. Y no sé por qué. Pero es que no me sale poner cara de acelga. Y por eso parece que no me pasa nada. Que bueno, que estoy un poco triste por lo mío.
Ya me gustaría a mí que sólo fuese estar un poco triste. Verás tú que acabo como el de arriba.
A partir del próximo lunes me convierto en el veterano en la Terapia Ocupacional de Rehabilitación. Esto quiere decir que todo el mundo que estaba antes que yo, al menos en mi turno, ya se ha ido. Algunos se han ido porque les han dado el alta médica. Otros, la mayoría, porque los trasladan a centros más especializados. El caso es que para lo mío no hay ninguna especialización. Ni falta que hace.
Tengo que reconocer que fastidia un poco ver como la gente se va y tú te quedas ahí. Ultimamente estoy un poco egoista, lo sé. De verdad que me alegro por mis compañeros que los trasladan a centros donde su recuperación o mejora va ser mucho más efectiva. Pero Rehabilitación es un sitio donde da pereza conocer a gente nueva. Porque cada persona nueva es una nueva enfermedad. Una nueva historia. Y un nuevo drama.
Me he prometido a mí mismo que este blog no iba a caer en el saco de iniciativas desechadas. Al menos no a corto plazo.
Estos días he estado entre muy liado y descansando, que no son incompatibles. Eso a mi cabeza le viene bien, aunque tampoco es que esté hecho unas castañuelas. Algo es algo. Y saco el tiempo para escribir este post mientras hago un render. Y así me hago a la idea de que no paro. Y se me pasa el tiempo más rápido
No tengo claro si no tener nada que contar es malo o bueno. No soy de los que tiene la necesidad de contar todo lo que me pasa. Pero el vacío de no tener nada que decir ni contar me puede. Y no es que me meta para dentro y me haga el reservado. Es que no hay nada. Creo que eso hace que esté huraño. No tengo nada que decir, pero es que tampoco tengo ganas de rollos de los demás. Sé que tal vez es injusto, pero es lo que hay, no lo puedo evitar. Por eso tal vez no estoy a la altura de las exigencias. Que no de las expectativas, que no es lo mismo. Y me tengo que aguantar y se tienen que aguantar los demás.