No puede ser
Si es que no puede ser. Y no es culpa de nadie. Tampoco es culpa mía. Empiezo a pensar que lo que estoy pasando ya estaba ahí y lo mío lo único que ha hecho es potenciarlo. En el fondo sé que la sensación de ansiedad siempre ha estado ahí. Pero he sabido camuflarla. La he escondido tanto que ahora lucha por salir a lo bestia. Sé que me tomo una pastilla y se me calma un poco. Pero no quiero depender tanto. O sí.
Me doy cuenta de que se usa la palabra depresión muy a la ligera. No es estar triste. No es estar decaido. No es estar apático. Es otra cosa. Es estar deprimido. La medicación de la mañana no sé si me está haciendo bien. Empiezo a sentirme como Dexter: Insensible. Tal vez sea lo que me hace falta ahora mismo para seguir adelante. No sentir. La de la noche no me hace mucho efecto. Me sigue costando dormir.
Hago el esfuerzo de que no se me note. Y no sé por qué. Pero es que no me sale poner cara de acelga. Y por eso parece que no me pasa nada. Que bueno, que estoy un poco triste por lo mío.
Ya me gustaría a mí que sólo fuese estar un poco triste. Verás tú que acabo como el de arriba.
[…] mucho si con el anterior post he preocupado a alguien en demasía. Unos de los sentidos de este blog fue desde un principio sacar […]
[…] al final va a resultar que lo que queréis es marcha. Post negativos, mal rollo y negrura. Me han escrito varios amigos “incitandome” a que siga por la […]
[…] Creo que debe ser un cumplido que alguien considere que tus textos tengan un cierto dramatismo literario. Eso le imprime a este blog una cierta distancia y así parece que estoy hablando de otra persona. Aunque la verdad es que este blog es de las cosas más personales que he hecho en mi vida. A veces intento imprimirle a lo que escribo un poco de ironía y humor para hacerlo un poco más llevadero y tampoco alarmar y alarmarme. […]