Las mejores películas de la década: In the mood for love (2000)

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Como si nunca se hubiese hecho una película de amor. Como si fuese la primera película que trataba ese extraño tema. Como si nos estuviese hablando de una sensación desconocida y ajena. Así afrontó Wong Kar WaiIn the mood for love” en la que sería la película que le lanzaría al reconocimiento mundial.

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No era la primera vez que el chino enfocaba el tema del Amor. Ya en su anterior “Happy together” había fundado unas bases, sobre todo estilísticas, que en ésta se ven depuradas y ampliamente superadas. Nunca una imagen ralentizada había tenido tanto significado, nunca una repetición había transpirado tanto romanticismo. La lluvia parece filmada como si nunca nadie la hubiese filmado antes. Incluso el pudor hacia la mirada enamorada nos hace sentir incómodos porque estamos viendo algo que nunca nadie había visto. El alma de un hombre enamorado, consumido, dolorido. La frialdad de una mujer ardiente, segura y escurridiza. El abrazo que nunca veremos. Wong Kar Wai consigue una fusión de calidez y frialdad, de humedad en la mirada y sequedad en el gesto. La contradicción como ejercicio de estilo.

Tony Leung escucha a Nat King Cole cantando “Aquellos ojos verdes”. Maggie Cheung se contonea con unos vestidos y peinados imposibles. Apenas se rozan, casi no se miran. Pero sólo existen ellos. No hay nada alrededor. El verdadero amor que aisla, absorbe y consume. Pero no se consuma. O al menos la mirada honesta y recatada de Kar Wai no lo muestra. Porque queremos que ese amor adúltero (como todos los grandes amores del cine) se mantenga puro. No queremos condenarlo.

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“In the mood for love” es la historia de un amor susurrado. Un secreto escondido en lo más profundo de un hombre. Quizás una ilusión, un sueño tal vez. El cine de Amor ya no volvería a ser el mismo. El Amor ya no volvería a ser el mismo. El propio Wong Kar Wai se quejaba de que ni siquiera él había sentido nunca ese Amor que tan bien supo describir. Y es que quizás esa sea la grandeza y el gran engaño del Cine: mostrar sentimientos que no existen en el mundo real, porque el sufrimiento por amor queda muy bien en la pantalla pero que levante la mano al que le gustaría vivir semejante calvario.