Un parto

Posted by in polineuropatía

Ayer hizo nueve meses desde que me diagnosticaron la polineuropatía que padezco. Muchas cosas han pasado en estos nueve meses. Lo que comenzó siendo una visita a urgencias porque no tenía fuerza en las manos y sufría calambres en las piernas, se ha convertido en una enfermedad crónica de origen incierto. En este tiempo, se han movido muchas cosas y mucha gente. Han resurgido pensamientos que tenía escondidos y han aflorado experiencias que no esperaba. No todo ha sido malo. No siempre hay contratiempos e imprevistos en una enfermedad de este tipo, pero en este caso si los ha habido. Lo he pasado mal y lo sigo pasando mal. Tengo mis días. Pero también he aprendido cosas. He tenido la suerte de tener alrededor a personas que me han apoyado, que se han volcado en mí y han sabido cogerme de la mano cuando hacía falta.

En estos meses he crecido. Pienso con más claridad. Aunque esto suponga un perjuicio en ciertos momentos. Para mí y para los demás. He encontrado nuevos referentes y he perdido algunos. Tampoco creo que hayan cambiado tanto las cosas, simplemente se han puesto en su lugar.

Dexter Baby

El miércoles comenzamos a ver la nueva temporada de Dexter y, como siempre, el comienzo es pausado, incluso retórico. Siempre pasa con Dexter, que va de menos a más. Pero en realidad este “menos” no es tal. Es como en una partida de ajedrez; se van posicionando las piezas, sin prisas, para el asalto final. Pues eso mismo han sido estos nueve meses para mí: un posicionamiento de piezas. La diferencia es que aquí no hay ninguna estrategia. No hay fichas negras ni blancas. Nadie pierde ni gana. Simplemente cada uno se pone en su sitio, que quizás era en el que ha estado siempre, pero ahora lo veo con claridad.

Probablemente, lo mejor que me ha pasado sea esto que estáis leyendo. Que haya abierto este blog y haya comenzado a expresarme abiertamente y sin miedo. Aunque sé que en ciertos momentos haya podido a preocupar a mucha gente (los cuatro que me leeis), y como dije en su momento, esto que escribo es para mí y para vosotros. Por eso, muchas gracias a todos los que leeis, comentáis o que, simplemente, estáis.

Por último, un mensaje al lector más joven de este blog: “Dile a tu padre que no sea malaje y veniros al cumple de Martina”.

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